lunes
Qué sutil encanto tiene la espera
Qué sutil encanto tiene la espera
si desesperación
en el encuentro existe.
Porque la materia
sumida en lánguidos sudores
se arrebata con el pensamiento.
Y entonces
se produce un choque espasmódico
de adrenalina ardiendo
en deseos,
lujuria del alma
chorreando.
Qué brutal,
qué inconstante delicia
es la espera desesperada
y elegida
para rozar vientre con vientre,
para decir amor,
para partir con pena,
para aúllar sin consuelo
por las calles
con la sal de tu arrullo
todavía viva
deslizándose sobre mi blusa.
Destrozándome las venas.
-
jueves
Figura de cera
Y de tu mano
y de tus orejas
y de las idas
y venidas.
Y de mis manos
crucificadas
en el cabecero
de la cama.
Y del pañuelo
en tus ojos
para no ver
mi lengua.
Desátame
decías,
jamás
y te masticaba.
Y te deshacías
y me besabas.
Y me convertí
en figura de cera.
Los visitantes hoy
me besaron la manos
y no se dieron cuenta,
que las gotas deshechas
que pisaban,
eran mías.
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